lunes, 19 de diciembre de 2011

NATURALEZA





Un chiquillo, reiteradamente decepcionado y traicionado por alguien que él creía amigo, se lo contó a su padre preguntándole por qué pasan estas cosas. El padre le respondió contándole esta historia:
Un día un escorpión llegó a la orilla de un río y, teniendo que pasar al otro lado, empezó a buscar un medio que le llevase sin riesgo de ahogarse. De repente, viendo a una rana que estaba tomando el sol, una idea hizo mella en su mente. Decidió formularle su propósito preguntándole:
- Oye rana, ¿ podrías llevarme a la otra orilla nadando conmigo en la espalda ?
La rana le contestó:
- ¿ De verdad me crees tan idiota ? Sé muy bien que una vez subido en mi espalda me clavarás tu aguijón matándome.
- No seas tonta -replicó el escorpión- ¿ cómo podría hacerte eso ? ¿Acaso no sabes que nosotros no sabemos nadar y que si yo te matase moriría contigo ?
La rana, reasegurada por este razonamiento lógico pensó: " Es verdad. Si me matara, él también se moriría... y no creo que esa idea le guste...
- De acuerdo, sube. Te llevaré -dijo el batracio.
El escorpión se acomodó en la espalda de la rana y ésta empezó a cruzar el río. Una vez llegados a la mitad del torrente, en el punto más profundo, el escorpión levantó su pincho y, de un rápido golpe, lo clavó en la cabeza de la rana. Esta, agonizando atónita, apostrofó:
- ¿ Qué has hecho, imbécil ? ¡Ahora te vas a morir tú también, cretino !
- Lo sé -contesto el alacrán- pero soy un escorpión y esta es mi naturaleza.

Da amor y amor recibirás

Tal vez esto te pasa a ti o alguien muy cerca de ti...
Fue una vez un muchacho, el primero en todo, mejor atleta, mejor estudiante, pero lo que nunca supo fue si era un buen hijo, un buen compañero o un buen amigo. En un día de depresión el muchacho se dejo morir. Cuando iba camino al cielo se encontró con un angel y este le preguntó: "por qué lo hicíste? si sabias que te querían...", a lo que El respondió: "hay veces que vale mas una sola palabra de consuelo que todo lo que se sienta... en tanto tiempo nunca escuché: estoy orgulloso de tí... gracias por ser mi amigo... ni siquiera un te quiero mucho..."

Al quedar pensativo el ángel, el muchacho añadió: y sabes que es lo mas que me duele?", el ángel triste le pregunta: qué?, a lo que él responde: "que todavía espero oírlo algún día...".

Luego de esto el ángel abrazó al muchacho y le dice que no se preocupe por que se acerca a la única persona que siempre le dijo al oído que lo amaba pero el nunca lo escucho, pero lo espera con los brazos abiertos...

Moraleja:



Nunca pierdas la oportunidad de decirle a alguien lo importante que es para tí o pudiera ser demasiado tarde...

FORTUNATA Y JACINTA

La literatura española tiene en el novelista, dramaturgo y cronista Benito Pérez Galdós a uno de sus representantes más destacados.
Él fue quien, además de otras obras, originó “Fortunata y Jacinta”, una novela de perfil realista cuyo contenido inspiró la creación de una serie televisiva y una versión cinematográfica. Según reveló en una oportunidad su autor, este extenso texto que fue publicado por primera vez en 1887 comenzó a escribirse en 1885, tras un viaje que Pérez Galdós había realizado a Portugal.
Su historia se desarrolla en el Madrid de fines del siglo XIX y gira en torno al enamoramiento que experimentan dos mujeres pertenecientes a diferentes clases sociales hacia un mismo hombre: Juan Santa Cruz.
Éste era un integrante de la burguesía madrileña dedicada al comercio de telas que, a pesar de estar casado con su prima Jacinta (quien descubre que no puede concebir hijos de forma natural) seduce a la ingenua y apasionada Fortunata. Junto a esta mujer de clase baja que casi no posee cultura y terminará casándose con un hombre que ella no ama, Santa Cruz se convierte en padre de un niño al que Jacinta desea adoptar como propio.
Sin duda, las pocas líneas dedicadas a resumir el contenido de esta obra son suficientes para dejar en evidencia que, en “Fortunata y Jacinta”, Pérez Galdós reconstruye la sociedad española de su época, donde convivían las clases marginadas con la acomodada burguesía. La revolución, la república y la restauración monárquica son otras referencias que nos ofrece el escritor a través de este clásico de la literatura española que consigue combinar con excelencia algunos hechos históricos con realidades que remiten a la época abordada pero también incluyen temáticas universales tales como la concepción del matrimonio, el adulterio, los amores prohibidos, la importancia de la maternidad y el rol de la mujer, entre otros.

HISTORIA DE UN HIPOPOTAMO

El hipopótamo de marras era conocido con el nombre de Hubert. En realidad pudo haberse llamado Amadeo, Floriberto o hasta Austreberto, pero fue la gente de cierta región de África la que comenzó a decirle, cariñosamente, Hubert.


Comenzó a ser una celebridad cuando, por las noches, daba paseos por las calles de los poblados que se encontraban muy cerca del río en que él habitaba.
Algo extraño, ya que es bien conocido el hecho de que los hipopótamos son bastante asustadizos a pesar de su gran tamaño y de no estar amenazados por otras especies de la jungla que tienen fama de feroces.
Raro también porque estos animalazos acostumbran vivir en grupos familiares, a menos que se trate de machos viejos.


 Pero en fin: durante sus primeras incursiones en los poblados, el grandullón aterrorizaba a los paseantes trasnochados quienes al dar vuelta a la esquina, se topaban con casi 4 toneladas de carne, grasa y dientes. Lo mismo ocurría con la gente que descansaba en su casa y, de repente, miraba resoplar a la bestia del otro lado de la ventana o escuchaba el golpeteo de los botes de basura en los que hurgaba Hubert.
Era tal el terror y la sorpresa, que los habitantes no dudaban en llamar a la policía pidiendo ayuda. Esto sucedió entre 1928 y 1930; por eso no sabemos si los agentes del orden se hacían tontos para no llegar a tiempo y enfrentar al animal, o bien este último, haciendo gala de un buen instinto, escapaba hacia el lecho del río antes de que los uniformados hicieran acto de presencia.


Un largo camino

El travieso Hubert mantuvo su periplo durante 17 meses, seguramente buscando las mejores aguas de acuerdo con las estaciones anuales en las que se alternan las lluvias y la temporada seca. A lo largo de ese tiempo recorrió 650 kilómetros. Eso lo pudieron saber por los reportes policíacos que hubo en los diferentes poblados.
Nada mal para un animal pesado pero ágil, que corre más rápido que una persona y se desplaza por el agua como un campeón.
¿Podrías calcular cuántos kilómetros viajaba por mes? Es más o menos fácil si conoces la distancia total y el tiempo que le llevó recorrerla.
Recuerda, 650 kilómetros y 17 meses de viaje.
Haz tus números y consulta la respuesta.


Convertido en huésped distinguido

Ya te imaginarás que después de tantas visitas, otras muchas escapatorias y ningún daño o perjuicio, a la gente terminó por hacerle gracia el buen Hubert, aunque eso sí: nunca acercándose demasiado a él.
Hasta los turistas hacían excursiones por las zonas en que aparecía, para poder ser testigos de su atípico comportamiento. Terminó por llegar a ser de lo más popular y el hipopótamo fue tomado bajo la protección de la ley, cosa que no cayó nada en gracia a los granjeros de las cercanías que de vez en cuando encontraban pisoteados sus plantíos. No podían asegurar que el culpable fue Hubert o algún otro de sus congéneres, pero se ponían furiosos cada vez que había destorozos.

El confianzudo animalón

Tan a sus anchas se llegó a sentir, que una ocasión decidió echarse a descansar sobre las vías del ferrocarril. Apenas y pudo frenar el conductor de una de esas viejas y humeantes máquinas de vapor de principios del siglo pasado; y aunque trataron de azuzarlo para que se levantara y partiera, Hubert no se movió de ese lugar que le pareció tan cómodo.
Imagina si sería posible moverlo. Con 4 mil kilos de peso, cuántos forzudos señores se habrían necesitado para levantar esa mole, calculando que cada uno pudiera cargar 100 kilos.
¿Quieres intentar encontrar la respuesta?
Recuerda los datos: Hubert pesaba unos 4 mil kilos y vamos a suponer que cada cargador pudiera levantar 100.


¿Cómo imaginas que resolvieron el problema del dormilón? Pues no quedó más remedio que empujarlo cuidadosamente con la misma locomotora humeante, usando la guarnición que esas máquinas llevaban al frente. Cuando Hubert se dio cuenta de que ya no lo dejarían dormitar en paz, simplemente se puso de pie y siguió su camino.

El triste desenlace y un descubrimiento sorpresivo:

Para un personaje tan querido habría sido espléndido llegar a la vejez y morir tranquilamente, pero no fue así.
Sin hacer caso de las leyes que lo protegían y sin tomar en cuenta las muestras de simpatía de toda la población, un granjero —harto de las incursiones de otros hipopótamos en sus cultivos— tomó su rifle y le mató de un tiro.
Le hicieron la necropsia , a pesar de que ya sabían la causa de la muerte, y lo sorprendente fue descubrir que Hubert no era Hubert, sino Hubertina o Huberta.
Por sus hábitos solitarios los expertos siempre pensaron que se trataba de un macho viejo que había sido expulsado de su manada. Ya no se pudo hacer nada para componer las cosas, de cualquier manera el hipopótamo ya había muerto de viejo ¿o no?

COMO AGUA PARA CHOCOLATE (resumen)

Coahuila, en tiempos de la Revolución mexicana. En esta ciudad las costumbres son arraigadas y la casa de Tita no es la excepción. Las normas de la familia indicaban que la última hija debía dedicar su vida en atender a su madre, así que Tita debía entregarse completamente al servicio familiar y olvidar el amor, siendo que era la hija menor. La conjugación comienza a complicarse cuando Tita se enamora de un joven llamado Pedro Muzquiz, lo cual es inaceptable para las costumbres de la familia de Tita, integrada por su madre (Mamá Elena) y sus dos hermanas: Rosaura y Gertrudis. De esta forma se le prohíbe a Tita relacionarse con cualquier hombre, incluyendo Pedro, su novio de la niñez. Pedro eventualmente pide en matrimonio a Tita, acción que importuna a Mamá Elena; finalmente esta halla una "solución": ofrece en matrimonio a Rosaura, hermana de Tita, para casarse con él y hacerle olvidar, según Mamá Elena, su obsesión por Tita. Pedro acepta escondiendo un ardid: casarse con Rosaura para estar cerca de Tita. Todo el relato utiliza la gastronomía mexicana como nexo de unión y metáfora de los sentimientos de los personajes; así las cebollas serán el motivo de lágrimas, las perdices negras de fe, los pétalos de rosa despertarán pasiones incontrolables.
Rosaura contrae matrimonio con Pedro, sin sentir amor por él. Como es de esperar, dicho suceso genera en Tita una profunda tristeza que le hace perder todo interés por las cosas que solía hacer; sin embargo, su corazón experimenta una enorme alegría al saber, por boca del mismo Pedro, que él sólo se casaba con su hermana para estar más cerca de su único amor, Tita. Su alegría se ve mitigada, en parte, por el fallecimiento de Nacha, que fue la mujer que la crió desde bebé y que le enseñó el arte de la cocina. Ahora, como la cocinera de la casa, su papel se verá gratificado por los halagos que Pedro le hace a sus deliciosos platos, aunque Mamá Elena no descansará hasta lograr impedir a Pedro de realizar tales demostraciones en frente de su esposa. Pedro y Rosaura tienen un bebé que Tita alimenta, ya que su hermana queda demasiado débil tras el parto. El amor que Tita siente hacia Pedro y Roberto, el bebé, le provoca la venida de la leche a pesar de que nunca hubiera tenido ningún hijo. Mamá Elena disgustada por el comportamiento de Tita hacia Pedro, hace que él y su familia se vayan a vivir a Texas, lejos del amor de Tita. Al no haber quién alimentara al niño con el mismo esmero que lo hacía Tita, este muere. No se sabe de la vida de Pedro y Rosaura, hasta ese momento. La muerte de Roberto provoca el primer enfrentamiento entre Tita y su madre, porque cuando son informadas Tita no logra controlar el dolor y estalla contra su madre ganándose una fractura de nariz por una cuchara de madera. Tras esto Tita se hunde en la conmoción y termina siendo llevada a casa del doctor Brown para que se recupere.
John admira la belleza de Tita y la maestría con la que atendió el parto de su hermana Rosaura, hasta el punto de empezar a sentir amor por ella. En el tiempo que Tita pasa en la casa de John, ella empieza a sentirse insegura sobre sus habilidades como cocinera e incluso se niega a hablarle a cualquier persona. De pronto regresa a casa de su madre donde hace un esfuerzo para cuidarla, después que esta ha perdido la movilidad de sus piernas a causa de un grupo de revolucionarios bandidos que la atacaron cuando entraron a su rancho. Mamá Elena es una mujer muy difícil de cuidar y de aguantar, incluso para su hija que no guardaba energías ya para alimentarla; esta merma de energía debida en parte a los comentarios despectivos dirigidos a las delicias gastronómicas de Tita. Mamá Elena muere, heredando su casa a Rosaura, que regresa a Piedras Negras con Pedro. Ahí se reanuda la guerra por Pedro entre estas dos mujeres tras el nacimiento de la segunda hija de Pedro y Rosaura, a quien llaman Esperanza. Años después, Rosaura muere y con ella sus ideas absurdas de perpetuar la tradición familiar por la cual Tita tanto había sufrido. Esperanza, su hija, se casa con el hijo de John y parte con él. Tita prepara chiles en nogada por la ceremonia, los cuales provocan en sus comensales un voraz deseo sexual. Los invitados huyen en su afán por saciar sus más fuertes pasiones y por primera vez en sus vidas, Pedro y Tita se encuentran solos en el rancho. La soledad es su mayor cómplice y el miedo de ser escuchados o vistos desaparece. Esta pareja consume su amor en el cuarto oscuro. La pasión enardecedora del momento provoca la muerte de Pedro, que muere en los brazos de su amada. Devastada y sintiendo el frío interior que no la abandonaba desde la boda de Pedro, se cubre con la cobija que llevaba años tejiendo, la cual abarcaba todo el rancho, y empieza a comer cerillos mientras piensa en los momentos más intensos vividos con Pedro. Finalmente logra visualizar un túnel al final del cual la espera Pedro y va hacia él. Al morir empieza a salir fuego de su cuerpo, el cual se extiende por la cobija y termina quemando el rancho por completo. Surge entonces la explicación del doctor Brown sobre los fósforos y como las emociones demasiado intensas consiguen abrir un portal frente a las personas. Lo que mató a Pedro fue el abrir los seis sentidos a la vez, tal como dijo el doctor Brown a Tita.

historia de la música

La Historia de la música es el estudio de las diferentes tradiciones en la música y su ordenación en el tiempo.
Dado que toda cultura conocida ha tenido alguna forma de manifestación musical, la Historia de la música abarca a todas las sociedades y épocas, y no se limita, como ha venido siendo habitual, a occidente, donde se ha utilizado la expresión historia de la música para referirse a la historia de la música Europea y su evolución en el mundo occidental.
La música de una cultura está estrechamente relacionada con otros aspectos de la cultura, como la organización política y económica, el desarrollo técnico, la actitud de los compositores y su relación con los oyentes, las ideas estéticas más generalizadas de cada comunidad, la visión acerca de la función del arte en la sociedad, así como las variantes biográficas de cada autor.
En su sentido más amplio, la música nace con el ser humano, y ya estaba presente, según algunos estudiosos, mucho antes de la extensión del ser humano por el planeta, hace más de 50.000 años. Es por tanto una manifestación cultural universal.





La orquesta y nuevas formas musicales



  • Carl Philipp Emanuel Bach
  • Franz Joseph Haydn (1732–1809), compositor austriaco, una de las figuras más influyentes en el desarrollo de la música del clasicismo (c. 1750–1820).
De origen humilde, nació el 31 de marzo de 1732 en Rohrauan en Keitha, cerca de Viena y murió el 1 de mayo de 1820. Era el mayor de los dos músicos hijos de un fabricante de ruedas. Algunos suponen que era descendiente de croatas. Con ocho años entró en la escuela coral de la Catedral de San Esteban, en Viena, donde recibió su única formación académica. A los 17 años abandonó el coro y pasó varios años trabajando como músico independiente. Estudió los tratados de contrapunto y recibió algunas lecciones del prestigioso maestro de canto y compositor italiano Nicola Porpora. En 1755 trabajó para el barón Karl Josef von Fürnberg, época en que compuso sus primeros cuartetos para cuerda. En 1759 fue nombrado director musical del conde Fernando Maximilian von Morzin. El año 1760 contrajo matrimonio con Maria Anna Keller, unión que fracasó y de la que no hubo descendencia. Desde 1761 hasta su muerte, trabajó al servicio de los príncipes Esterhazy -primero Paul Anton y luego Nikolaus-, donde tuvo a su disposición una de las mejores orquestas de Europa.
  • Wolfgang Amadeus Mozart (1756–1791), compositor austriaco del periodo clásico. Uno de los más grandes e influyentes en la historia de la música occidental.
Nació el 27 de enero de 1756 en Salzburgo, y lo bautizaron con el nombre de Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart. Estudió con Leopold Mozart, su padre, conocido violinista y compositor que trabajaba en la orquesta de la corte del arzobispo de Salzburgo. Su padre fue gran influencia para su vida musical. Desde pequeño fue niño prodigio y un genio musical. Se dice que era el compositor perfecto, debido a que en sus borradores casi no se detectaba error alguno. Se caracterizaba por su estilo sencillo, claro y equilibrado, aunque sin huir la intensidad emocional. En su enorme producción musical (más de 600 obras, a pesar de su corta vida) destacan, entre muchos otrós géneros musicales, sus conciertos para piano y sus óperas.
  • Ludwig van Beethoven (1770–1827), compositor alemán, considerado uno de los más grandes de la cultura occidental.
Nació en Bonn el 16 de diciembre de 1770. Se formó en un ambiente propicio para el desarrollo de sus facultades aunque excesivamente rígido. Sus primeros brotes de talento musical fueron dirigidos de forma tiránica por la disciplina de su padre, que era tenor en la capilla de la corte. En 1789 Beethoven comenzó a trabajar como músico de la corte para mantener a su familia. Sus primeras obras bajo la tutela del compositor alemán Christian Gottlob Neefe, especialmente la cantata fúnebre por la muerte del emperador José II, mostraban ya una gran inteligencia, y se pensó en la posibilidad de que se fuera a Viena para estudiar con Wolfgang Amadeus Mozart. Aunque la muerte de Mozart en 1791 hizo que estos planes no pudieran realizarse, Beethoven marchó a Viena en el año 1792 para estudiar con el compositor austriaco Joseph Haydn. Beethoven ha sido reconocido tanto por sus principios clásicos como por su libertad de expresión, por lo que se lo sitúa como el último de los clásicos y el primero de los románticos.


LA MISIÓN DEL COLIBRÍ

 Cuentan  que  hace  muchísimos  años,  una  terrible sequía se extendió por las tierras de los quechuas. Los líquenes y el musgo se redujeron a polvo, y pronto las plantas más grandes comenzaron a sufrir por la falta de agua. El cielo estaba completamente limpio, no pasaba ni la más mínima nubecita, así que la tierra recibía los rayos del sol sin el alivio de un parche de sombra. Las rocas  comenzaban  a  agrietarse  y  el  aire  caliente levantaba remolinos de polvo aquí y allá. Si no llovía pronto,  todas  las plantas y animales morirían. En esa desolación, sólo resistía tenazmente la planta de qantu, que necesita muy poca agua para crecer y florecer en el desierto. Pero hasta ella comenzó a secarse. Y dicen que la planta, al sentir que su vida se evaporaba gota a gota, puso toda su energía en el último pimpollo que le quedaba. Durante  la noche,  se produjo en  la  flor una metamorfosis  mágica.  Con  las  primeras  luces  del amanecer, agobiante por la falta de rocío, el pimpollo se desprendió  del  tallo,  y  en  lugar  de  caer  al  suelo  reseco  salió  volando,  convertido  en  colibrí. Zumbando  se  dirigió  a  la  cordillera.  Pasó  sobre  la  laguna  de Wacracocha mirando  sediento  la superficie de las aguas, pero no se detuvo a beber ni una gota. Siguió volando, cada vez más alto, cada vez más lejos, con sus alas diminutas. Su destino era la cumbre del monte donde vivía el dios Waitapallana. Waitapallana se encontraba contemplando el amanecer, cuando olió el perfume de la flor del qantu, su preferida, la que usaba para adornar sus trajes y sus fiestas. Pero no había ninguna planta  a  su  alrededor.  Sólo  vio  al  pequeño  y  valiente  colibrí,  oliendo  a  qantu,  que murió  de agotamiento en sus manos luego de pedirle piedad para la tierra agostada. Waitapallana miró hacia abajo, y descubrió el daño que la sequía le estaba produciendo a la tierra de los quechuas. Dejó con ternura al colibrí sobre una piedra. Triste, no pudo evitar que dos enormes  lágrimas de cristal de roca brotaran de sus ojos y cayeran  rodando montaña abajo. Todo el mundo se sacudió mientras caían, desprendiendo grandes trozos de montaña. Las lágrimas de Waitapallana fueron a caer en el lago Wacracocha,  despertando  a  la  serpiente Amarú. Allí,  en  el  fondo  del  lago,  descansaba  su cabeza, mientras que  su cuerpo  imposible se enroscaba en  torno a  la  cordillera por kilómetros y kilómetros. Alas tenía, que podían hacer sombra sobre el mundo. Cola de pez tenía, y escamas de todos  los colores. Cabeza  llameante  tenía, con unos ojos cristalinos y un hocico  rojo. El Amarú salió de su sueño de siglos desperezándose, y el mundo se sacudió. Elevó la cabeza sobre las aguas espumosas de la laguna y extendió las alas, cubriendo de sombras la tierra castigada. El brillo de sus ojos fue mayor que el sol. Su aliento fue una espesa niebla que cubrió los cerros. De su cola de pez se desprendió un copioso granizo. Al sacudir  las alas empapadas hizo  llover durante días.

Y del reflejo  de  sus  escamas multicolores  surgió,  anunciando  la  calma,  el  arco  iris.  Luego  volvió  a enroscarse en los montes, hundió la luminosa cabeza en el lago, y volvió a dormirse. Pero la misión del colibrí había sido cumplida… Los quechuas, aliviados, veían reverdecer su imperio, alimentado
por  la  lluvia, mientras  descubrían  nuevos  cursos  de  agua,  allí  donde  las  sacudidas  de Amarú hendieron la tierra. Y cuentan desde entonces, a quien quiera saber, que en las escamas del Amarú están  escritas  todas  las  cosas,  todos  los  seres,  sus  vidas,  sus  realidades  y  sus  sueños. Y  nunca olvidan  cómo  una  pequeña  flor  del  desierto  salvó  al  mundo  de  la  sequía.

domingo, 18 de diciembre de 2011

¿como ser un buen líder?

Algunas personas piensan que los líderes nacen, mientras que otras consideran que se hacen. Tal vez todas tengan parte de razón, pero lo cierto es que en la base del liderazgo se encuentran una serie de actitudes y comportamientos que pueden aprenderse. 

El liderazgo es un proceso en el que una persona influye en otras para que cumplan una serie de objetivos, y dirige la organización de un modo que la hace más coherente y cohesiva. Los líderes llevan a cabo esta tarea utilizando sus atributos de líderes. Es decir, una persona puede  estar al mando en una empresa, pero eso no la convierte necesariamente en líder. No es lo mismo ser un jefe que un líder. El jefe puede lograr que los demás realicen sus tareas por obediencia, dinero, miedo a perder el trabajo, etc. mientras que el líder consigue que sus seguidores lo hagan porque lo desean. El jefe o jefa que consigue que sus trabajadores lo vean como un líder, está logrando que se sientan cómodos en su puesto de trabajo, que encuentren satisfacción en él, que se sientan parte de un equipo (de algo importante) y que confíen en su líder y su capacidad para dirigirlos correctamente.

Cuando una persona trata de decidir si confía en otra como líder, lo que hace es observar su comportamiento; determina si se trata de una persona noble y digna de confianza o de un egoísta que sólo sirve a sí mismo y utiliza su autoridad únicamente para ascender. Por tanto, para ser un buen líder has de ser una persona ética, preocupada por el bienestar de las personas que conforman tu equipo, interesada en hacer un buen trabajo y no sólo en ganar dinero o ascender.



Las personas quieren ser dirigidas por alguien que presente, sobre todo, las siguientes características:

1. Que sean personas éticas, dignas de confianza y nobles.

2. Que transmitan la sensación de que saben qué hay qué hacer y cuál es el mejor camino para lograr los objetivos.

La comunicación

La comunicación es muy importante a la hora de establecer la confianza, principalmente una buena comunicación en estas tres áreas:


  • Ayudar a los empleados a entender la estrategia general de la empresa.
  • Ayudar a los empleados a entender cómo contribuyen a lograr los objetivos claves de la empresa.
  • Compartir información con los empleados acerca de cómo de bien lo están haciendo tanto ellos o su sección como la empresa a nivel general. 
Las claves del liderazgo

1. Conoce tus puntos fuertes y débiles y busca mejorar continuamente. Es decir, estudia, haz cursos, reflexiona, etc.


2. Conoce bien tu trabajo y tus metas.


3. Hazte responsable de tus acciones y haz que los demás se hagan responsables de las suyas, pero siempre centrándote en el futuro. Es decir, cuando algo se haga mal (que sin duda sucederá alguna vez), no evites responsabilidades, pero tampoco busques culpables. Céntrate en lo que ha de hacerse para resolver el problema y ponte en marcha, o empuja suavemente a la persona responsable a reconocer su error y subsanarlo, admitiendo que todo el mundo comete errores.


4. Sé un ejemplo para los demás. No sólo deben escuchar lo que se espera de ellos, sino también verlo.


5. Conoce a las personas que integran tu equipo y preocúpate por ellas, por su bienestar general, cómo se sienten en la empresa, dificultades que puedan estar teniendo, etc. Conoce quienes son los líderes no oficiales, posibles problemas entre compañeros, cómo soportan el estrés, etc.


6. Mantén informados a tus trabajadores.


7. Ayuda a tus trabajadores a desarrollar comportamientos y actitudes que les ayudarán a realizar sus responsabilidades laborales.


8. Asegúrate de que las tareas se entienden, se supervisan y se realizan.


9. Trabaja en equipo. No sois sólo un grupo de gente que hace cada cual su trabajo, sino un equipo que hacéis un sólo trabajo entre todos. Ten esto en cuenta y trasmite esa idea a tus trabajadores.


10. Adapta tu estilo de liderazgo a cada persona y situación. Distintas personas pueden requerir estilos diferentes. Por ejemplo, un nuevo empleado requiere más supervisión que un empleado experto; una persona con poca motivación requiere un estilo diferente que una con una motivación alta.